lunes, 28 de diciembre de 2009

La consejería cristiana es un ministerio para librar a las personas de las ataduras emocionales que les impiden la felicidad y de una vida victoriosa en Cristo. Hay mucha gente, que sufre de heridas emocionales y que necesitan ser sanadas. Esto también es parte del proceso de crecimiento espiritual y un gran paso hacia la santidad. El consejero cristiano es el instrumento de Dios para la liberación emocional y para encaminar al creyente hacia una vida plena en donde puede ser de bendición para otros.
En breve, la necesidad del consejero cristiano, puede ser definida de esta forma: El ser humano está constituido de alma, cuerpo y espíritu. El espíritu es la parte que necesita a Jesucristo como Salvador, el cuerpo es la parte física que se puede enfermar y el alma es la parte emocional. Con el espíritu sentimos la culpa y buscamos el perdón de Dios. Con el cuerpo sentimos el dolor físico y nos vamos con el médico a ser tratados. Pero, el alma también se lástima en lo emocional, el alma sufre pero no es siempre tan obvio, pocas veces se busca solución para este daño, pero el daño existe. Cuando algo nos lastima emocionalmente decimos que "nos duele hasta el alma". Más, sin embargo es de suma importancia buscar ayuda para esta parte de nuestra vida que no solamente nos daña a nosotros, sino también a los que nos rodean. Alguien con daños emocionales no puede ser efectivo en su vida cotidiana como padre o esposo, ni tampoco en el trabajo, y mucho menos en la obra de Dios - porque no lleva una vida feliz. Uno puede haber recibido a Cristo y amar a Dios, pero si sus problemas emocionales no están resueltos, no puede dar un buen testimonio. No olvidemos el deseo real de Dios en nuestras vidas, de que seamos plenamente felices. El consejero ministra a muchos tipos de personas con diferentes problemas. Muchos creyentes que nunca irían con un psicólogo, piden ayuda del consejero cristiano. Muchos inconversos que nunca se acercarían a un pastor evangélico, hablan de sus problemas con el consejero cristiano. De igual manera, muchos hermanos en Cristo comparten experiencias de sus vidas con el consejero cristiano, que les daría verguûenza confesar a su ministro. Las personas vienen con el consejero cristiano comúnmente con problemas matrimoniales, con problemas en la relación padres-hijos, porque están sufriendo ansiedades o la depresión, y más veces de lo que quisiéramos reconocer porque hayan sido víctimas del abuso sexual o incesto en la adolescencia y no pueden superar las consecuencias emocionales en la adultez. Algunos consejeros se especializan en ayudar a la gente recuperarse del alcoholismo y drogadicción.
Sinceramente, para ser un buen consejero se necesita “entender la vida” y “no sorprenderse de nada.” Se necesita comprender la vida de los jóvenes, la vida conyugal y poder hablar libremente del sexo. No digo que uno tiene que haber vivido los problemas para conocer la solución, pero si es a su favor tener edad y haber vivido algunas experiencias en la vida. En este trabajo, la experiencia si vale mucho. Después de todo, el trabajo del consejero cristiano es enseñarle a la gente como vivir, para que puedan tomar decisiones de acuerdo a la voluntad de Dios. La gente se educa y se madura con su consejero.
Ahora, la consejería cristiana no se debe confundir con el trabajo de discipulado o de dar estudios bíblicos. Eso sería ignorar el asesoramiento psicológico que se da. La consejería cristiana es terapia apoyada con la Palabra de Dios.

Echad Sobre Mi Tu Carga

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Si necesitas algún consejo o palabra de aliento, quiero ser de bendición para tu vida. Envíame un email a ramonsuazo@hotmail.com y con gusto te contestare lo más pronto posible.